Cada año, el Día Mundial del Reciclaje (el 18 de marzo) estimula a los consumidores a considerar sus mejores prácticas de reciclaje y avanzar hacia el cambio. Es una gran causa y un paso importante, pero este año, vayamos un paso más allá y consideremos alejarnos por completo del plástico de un solo uso.
Los arrecifes de coral del mundo albergan algunos de los ecosistemas más diversos del planeta. Más de 4.000 tipos de peces residen en los arrecifes de coral y sus alrededores, y más de un millón de especies acuáticas dependen de los arrecifes en algún momento de su ciclo de vida. Desafortunadamente, cuando el plástico llega al océano, también encuentra un hogar en los arrecifes de coral, lo que causa serios problemas a estas estructuras complejas del mar.
La buena noticia es que no es necesario vivir cerca del océano para tener un impacto en los arrecifes de coral. Solo debe considerar cómo el plástico que compra, usa y desecha puede llegar fácilmente a las vías fluviales donde puede dañar a los peces, las aves, los arrecifes de coral y mucho más. Su papel como consumidor lo coloca en una posición de poder, y puede usar esa posición para abogar por el cambio y disminuir la cantidad de desechos que dañan nuestros arrecifes de coral y el planeta en general.
El problema específico del plástico
El impacto de los desechos en el océano es visible en fotos desgarradoras: vida silvestre enredada en plástico, la Gran Mancha de Basura del Pacífico donde siete millones de millas cuadradas de agua están empañadas con microplásticos y basura flotante, y playas llenas de basura.
Pero estas imágenes son solo la superficie del daño que se está haciendo a los océanos. Debajo de la superficie, la basura, y el plástico en particular, está causando estragos. El plástico constituye aproximadamente el 18% de los desechos de los vertederos, y millones de toneladas terminan en nuestros océanos cada año.
Un estudio de 2018 nos dio una mejor comprensión del impacto de todo ese plástico concretamente en los arrecifes. Los investigadores estudiaron 159 arrecifes de coral en Australia, Tailandia, Indonesia y Myanmar, y descubrieron que cuando los corales entran en contacto con el plástico, la probabilidad de enfermedad aumenta del 4% al 89%. Los pedazos de plástico flotantes bloquean la luz solar, propagan patógenos y cortan los corales, haciéndolos más susceptibles a las infecciones.
El estudio también demostró que los arrecifes de coral de la costa de Australia eran los que tenían menos cantidad de plástico en sus alrededores. Esto se debe probablemente a sistemas de gestión de desechos más vigorosos en comparación con otras regiones encuestadas, así como a que los arrecifes están mucho más lejos de la costa.
Cambio Climático y Gestión de Desechos
El cambio climático ya está teniendo impactos alarmantes en los arrecifes de coral de todo el mundo. Desde el calentamiento de las temperaturas y el aumento del nivel del mar hasta el clima extremo y la acidificación del océano, todos los residentes del océano están lidiando con cambios en su entorno y esos cambios solo se van a acelerar. Los arrecifes de coral son especialmente vulnerables y muchos otros seres vivos dependen de su supervivencia.
En 2016, más de la mitad de todos los arrecifes de coral enfrentaron estrés por calor extremo y el 29% de la Gran Barrera de Coral murió. De 2014 a 2017, el 75% de los arrecifes de coral del mundo se enfrentaron a un calor a nivel de blanqueamiento.
Sabemos que el cambio climático y el calentamiento de las aguas son un resultado directo del carbono en la atmósfera, y la extracción de combustibles fósiles es lo que está liberando todo ese CO2.
La investigación muestra que los corales pueden adaptarse a los efectos del cambio climático si están sanos, pero eso requiere dos cosas: nos exige mantenerlos sanos (es decir, mantener los desechos fuera del océano) y nos obliga a reducir la velocidad de nuestras emisiones.
A medida que usamos y compramos más plástico, seguimos contribuyendo a este ciclo de combustibles fósiles y cambio climático. Pensemos en una botella de agua de plástico de un solo uso: cuando algo como una botella de plástico se usa una vez y luego se tira, no solo obstruye nuestros océanos y se convierte en una amenaza para la vida marina, sino que su corta vida útil también significa que los productores están bombeando más carbono a la atmósfera para satisfacer esas necesidades de un solo uso.
Cómo Convertirse en un Defensor de Los Arrecifes de Coral
La buena noticia es que no es necesario que viva cerca de un océano para proteger los arrecifes de coral. Puede comenzar cambiando sus hábitos de consumo y luego dar un paso más al abogar por un cambio de mayor nivel.
El primer paso es convertirse en un consumidor más consciente: ¡adopte el movimiento de reutilización! Compre en supermercados que tengan contenedores a granel y traiga sus propias bolsas y contenedores reutilizables para llenar. Evite comprar artículos que estén envueltos en envases de plástico innecesarios. Lleve sus propios contenedores para llevar a los restaurantes. Intente reparar algo que esté roto en lugar de reemplazarlo.
A continuación, llévelo al siguiente nivel convirtiéndose en un defensor del cambio. Impulsar políticas que limiten el desperdicio y frenen las emisiones de gases de efecto invernadero. Use su voz como votante para firmar peticiones. Hágales saber a sus representantes gubernamentales que le importa escribiendo cartas y haciendo llamadas telefónicas. Y tómelo como una empresa: presione a las empresas para que adopten prácticas más amigables con el medio ambiente y reduzcan el impacto de su producción y embalaje.
Y finalmente, hable de ello. Ayude a cambiar la cultura del consumismo usando su voz y compartiendo su historia en las redes sociales y en los círculos sociales. Use hashtags como #breakfreefromplastic y comparta historias sobre por qué está trabajando tan duro para proteger nuestro planeta.
Cuanto más hablamos de temas ambientales, más los normalizamos. Y ciertamente vale la pena normalizar estas ideas.