El costo oculto de la inacción en el tratamiento de aguas residuales

Estamos comprometidos con la protección de los arrecifes de coral, que albergan el 25% de las especies marinas del mundo y son el sustento de millones de personas en todo el planeta. Nuestro trabajo no es tarea fácil. Los arrecifes se enfrentan a multitud de amenazas, desde la sobrepesca hasta el blanqueamiento del coral causado por el cambio climático. Pero quizá te sorprenda saber que una de las amenazas más graves para estos delicados ecosistemas son las aguas residuales no tratadas, un problema mundial que a menudo se pasa por alto y que pone cada vez más en peligro la salud de nuestros océanos.

CORAL se enorgullece de pertenecer a la Ocean Sewage Alliance (OSA), una coalición de organizaciones que estudian y abordan este problema. Este mes, la OSA contribuyó a apoyar la publicación de «El flagelo de las aguas residuales no tratadas: Los costos económicos, ambientales y humanos de la inacción».

Este informe sin precedentes calcula las pérdidas económicas sufridas por la contaminación de las aguas residuales domésticas en cinco países: Brasil, India, Kenia, Filipinas y Reino Unido. Como parte de la iniciativa Back to Blue de The Economist, las conclusiones del informe revelan cómo el tratamiento deficiente de las aguas residuales está diezmando las fuentes de alimentos de la pesca y la agricultura, sobrecargando los sistemas sanitarios y costando miles de millones a la economía mundial, con consecuencias para los arrecifes de coral y muchos otros ecosistemas oceánicos.

Los efectos de las aguas residuales en los ecosistemas marinos

Las aguas residuales no tratadas alteran el delicado equilibrio de los arrecifes de coral y la vida marina que depende de ellos.

Cuando las aguas residuales entran en el océano, arrastran un exceso de nutrientes, sustancias químicas nocivas y bacterias que pueden dañar los ecosistemas marinos, incluidos los arrecifes de coral. La contaminación por nutrientes, por ejemplo, puede provocar el crecimiento explosivo de algas, lo que da lugar a floraciones de algas nocivas que pueden abarcar cientos de kilómetros cuadrados. Cuando estas algas mueren, son consumidas por bacterias que agotan los niveles de oxígeno en el agua, creando «zonas muertas» donde la vida marina -incluidos los arrecifes de coral- no puede sobrevivir.

Las pesquerías y la agricultura corren peligro

Según este innovador estudio, los países con altos niveles de aguas residuales no tratadas, como la India y Kenia, sufren trastornos considerables en sus pesquerías, cuya sostenibilidad depende de ecosistemas saludables. Los arrecifes de coral, como hábitats sensibles, también son vulnerables a estos contaminantes.

Las pesquerías, que constituyen una importante fuente de ingresos para las comunidades costeras, están sufriendo las consecuencias. El informe sugiere pérdidas anuales de miles de millones para algunos países, como es el caso de India, que se estima pierde 2.200 millones de dólares anuales debido a la pérdida de poblaciones de peces. Estas pérdidas pueden ser similares en otras naciones costeras con infraestructuras deficientes de tratamiento de aguas residuales y no sólo perjudican la vida marina, sino que también amenazan los medios de subsistencia de millones de personas que dependen del océano para alimentarse y obtener ingresos.


Las consecuencias de la contaminación de las aguas residuales van más allá del océano. En los países en desarrollo, una parte importante de las tierras agrícolas se riega con aguas residuales no tratadas o parcialmente tratadas, lo cual expone los cultivos a metales pesados tóxicos para el ser humano y degrada la calidad del suelo. Estas prácticas, a su vez, provocan un menor rendimiento agrícola y una disminución de la seguridad alimentaria. Los costos pueden ser asombrosamente altos. En Brasil, por ejemplo, el informe calcula que las pérdidas económicas totales del sector agrícola por no tratar las aguas residuales pueden ascender a 15.700 millones de dólares anuales.

La inacción tiene un costo aún mayor

El costo real de la inacción en el tratamiento de las aguas residuales es casi con toda seguridad superior al descrito en el informe. Por ejemplo, para calcular el costo de las aguas residuales no tratadas para la pesca, los autores sólo tuvieron en cuenta la reducción de las poblaciones de peces. Estas estimaciones no tienen en cuenta las repercusiones en los ecosistemas (como las causadas por la proliferación de algas nocivas) ni la reducción del turismo. Del mismo modo, en sus modelos de evaluación de los daños a la agricultura, los autores sólo tienen en cuenta los cultivos de mayor producción e intensidad hídrica de cada país. Como resultado, el verdadero costo de las aguas residuales no tratadas para la pesca, la agricultura y la salud humana, es probablemente mucho peor de lo que se describe, sobre todo cuando se consideran los efectos a largo plazo de las aguas residuales no tratadas en la salud humana, la biodiversidad y la economía mundial.

En el caso de los arrecifes de coral, no se trata sólo de un problema local, sino de una crisis mundial. Proteger los arrecifes de coral exige actuar en múltiples frentes, como la mejora de los sistemas de tratamiento de aguas residuales, la reducción de la contaminación y el apoyo a prácticas pesqueras sostenibles.

¿Qué se puede hacer?

Como subraya la Iniciativa Back to Blue, debemos tomar medidas urgentes para hacer frente a la contaminación de las aguas residuales. Entre ellas figuran la inversión en infraestructuras de aguas residuales, el fomento de prácticas agrícolas sostenibles y el fortalecimiento de la normativa sobre vertidos industriales. Los esfuerzos para la conservación de los arrecifes de coral deben ir de la mano con el tratamiento de la contaminación desde su origen.

Por el bien de nuestros océanos, de los arrecifes de coral y de las comunidades que dependen de ellos, no podemos permitirnos seguir ignorando los costos ocultos de las aguas residuales. Es hora de actuar, antes de que sea demasiado tarde.

Las implicaciones de este informe resaltan la importancia del trabajo de CORAL en materia de aguas residuales y la necesidad de colaborar con la Alianza para las Aguas Residuales Oceánicas y otras organizaciones para ampliar significativamente esta labor.

Helen Fox, Directora Científica de Conservación de CORAL

Back to Blue y la Alianza para las Aguas Residuales Oceánicas hacen un llamado a los gobiernos, al sector privado y a los responsables de la formulación de políticas para que inviertan ahora en su infraestructura de aguas residuales en pro de un futuro más saludable y vibrante para los ciudadanos y las economías. Al abordar los problemas de aguas residuales, recurrimos a una solución lamentablemente subutilizada. Esto fortalece la resiliencia de los océanos al prevenir la pérdida de biodiversidad y proteger el bienestar de las comunidades en todo el mundo.

Descarga el informe completo aquí >

Apoya nuestra labor de restauración de los arrecifes de coral>«/></a></span><script charset=

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