Muchas estrategias de conservación identifican un subgrupo reducido de genotipos, especies o ubicaciones geográficas que, según las previsiones, se verán favorecidos en diferentes escenarios de cambio climático futuro. Sin embargo, al centrarse en los ganadores previstos, que podrían no ser correctos, se corre el riesgo de menospreciar el equilibrio de la diversidad biológica del que podrían surgir los ganadores del cambio climático. Basándonos en la ecología, la biología evolutiva y la teoría de portafolios, proponemos un enfoque de conservación diseñado para promover la adaptación que depende menos de las predicciones inciertas sobre la identidad de los ganadores y los perdedores. Diseñando acciones que faciliten numerosas oportunidades de selección entre las condiciones biológicas y ambientales, podemos permitir que la naturaleza elija a los ganadores y aumentar la probabilidad de que los ecosistemas sigan prestando servicios a los seres humanos y a otras especies.