Los corales tienen una serie de condiciones que necesitan para sobrevivir. En definitiva, los arrecifes de coral son organismos bastante delicados: si no se cumplen estas condiciones, los corales pueden estresarse y enfermar, e incluso morir.
Agua Limpia
Cuando la escorrentía y las aguas residuales contaminadas entran en el medio marino, transportan sustancias químicas, nutrientes y bacterias que pueden ser perjudiciales para los arrecifes de coral y estimular el crecimiento de algas que compiten con los corales por el espacio. La mayoría de los corales formadores de arrecifes dependen de las zooxantelas (pequeñas algas que crecen dentro de ellos) para realizar la fotosíntesis y proporcionar alimento. Si el agua se enturbia o se vuelve opaca, o si los corales están cubiertos de sedimentos, la luz solar no puede llegar a las zooxantelas y los corales pierden esa importante fuente de alimento.
Agua Templada
Aunque varía en gran medida según la geografía y las especies de coral, muchos corales formadores de arrecifes tienen un estrecho rango de temperatura en el que pueden prosperar. La mayoría de los corales duros prefieren temperaturas del agua que oscilen entre los 73° y los 84° Fahrenheit (23° y 29° Celsius), aunque algunos pueden tolerar temperaturas tan bajas como los 68° F (20° C) y tan altas como los 90° F (32° C). Dicho esto, la investigación ha demostrado que los corales pueden adaptarse al aumento moderado de la temperatura del océano si están saludables.
Poblaciones Saludables de Vida Silvestre
Muchos animales de los arrecifes de coral juegan un papel importante dentro de los ecosistemas de los arrecifes de coral. Por ejemplo, los herbívoros como el pez loro y las tortugas marinas se alimentan de algas y ayudan a mantener las poblaciones de algas bajo control. Cuando las poblaciones de herbívoros disminuyen, los arrecifes de coral pueden verse rápidamente superados por las algas.