Debido a su estructura dura e irregular, los arrecifes de coral pueden reducir la energía de las olas en un 97% y servir como una defensa natural contra inundaciones a lo largo de casi 45,000 millas (71,000 km) de costa en todo el mundo. Casi 200 millones de personas dependen de los arrecifes de coral para protegerse de las marejadas ciclónicas y las olas.
A medida que el cambio climático siga aumentando la potencia de las tormentas y la probabilidad de inundaciones, las comunidades costeras dependerán aún más de sus arrecifes de coral para la protección de las costas.